Basada en hechos reales esta miniserie de tres capítulos cuenta la historia de Dennis Nilsen,
asesino en serie y necrófilo británico que allá por 1978 empezó a facturar fiambres. Invitaba
a personas de entornos marginales a su casa, y una vez allí a algunas se las follaba, a otras
las estrangulaba, a otras ámbas cosas, y normalmente, despues de cometer esta serie de
actos, los cuerpos acababan descuartizados, quemados o lanzados por el desagüe del water.
Todo un caballero.
Según casos, a algunas de sus víctimas las conservaba en casa durante algún tiempo, bien
convertidas en un pegote de carne precintada en bolsas, o escondidas en un cuarto
troceadas previamente. Tambien en ocasiones las bañaba y las vestía, y las dejaba
postradas en la cama o en una silla quedándose el tipo observándolas durante un periodo
determinado de tiempo. Carácter creativo no le faltaba.
Murió en el trullo en el 2018.
Buen producto.