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"Salmorejo Geek", un universo de aprendizaje sobre el mundo linux y la tecnología en general




Andaba yo hace unos años buscando una alternativa a mi Windows 7 debido a que se me cascó el disco duro de mi pc y tuve que comprar uno nuevo, lo cual requería instalación desde cero del sistema operativo correspondiente. Mi informático habitual me puso un Windows 10 en mi viejuno ordenador. Llegué a casa, encendí la máquina, empecé a trastear y observar comportamientos, procesos y rendimiento y a los pocos minutos me quedó claro que mi andadura en el mundo Windows se había terminado. El hardware de mi pc no acababa de mover el SO con fluidéz y aparte observé ciertos procesos sibilinos y demás mierdas que no me gustaron en absoluto con lo cual puerta y a pensar en una alternativa.

Hasta la fecha trabajé con XP y Seven por último, el cual me iba de maravilla con los componentes ensamblados en la torre pero Windows 10 no está hecho para mi máquina, ni para mi tampoco. Fue a partir de ese momento cuando decidí dar el salto a linux sin tener ni puta idea al respecto. Siempre me dió un poco de miedo meterme en este mundillo, más que nada por desconocimiento. Pensaba yo que era un sistema operativo tipo ms-dos, con pantallas en negro, numeritos, palabras y caracteres de color verde, ni tampoco sabía que no existe un sólo linux, hay cientos de distros a disposición de los usuarios. En fin, un ignorante total en la materia.

Entonces empecé mi aventura en búsqueda de lo desconocido. Me dije a mi mismo, si la cago siempre puedo volver a un Windows 7 que tenga alguien por un cajón de su casa, independientemente de que ya hubiera extinguido su soporte de actualizaciones, cosa que me daba igual, porque siempre pasé olimpicamente de las actualizaciones de Seven.

Y a partir de ahí horas y horas por internet indagando sobre la materia.

Que si Manjaro, que si Arch, que si Fedora, que si Debian, que si Kali, que este escritorio, que si este entorno, etc, etc, etc. Una paja mental de las intensas.



A los días me fijé en una distro que atendía al nombre de Linux Mint. Desconocía totalmente si iba a funcionar en mi máquina o no, si iba a ser capáz de poder instalar el SO por mi mismo sin problemas, si me iba a explotar el pc y la cabeza al mismo tiempo, vamos, una incógnita de la cual buscaba respuestas.

Y fue entonces cuando me metí en Youtube a intentar encontrarlas. Decenas y docenas de vídeos sobre la materia, hasta que me topé con uno muy bien explicado, un vídeo muy currado con pelos y señales. Lo había subido un tal Yoyo Fernández. Así rezaba su canal por entonces. A día de hoy creo que lo conserva pero más para un uso personal. Donde de verdad aloja todo su material es en su canal Salmorejo Geek de la misma plataforma.

Aparte del canal de Youtube Yoyo tiene su propio blog con el mismo nombre, varias redes sociales, infinidad de cosas colgadas en páginas de alojamiento de podcast, etc.



Despues de estudiar profundamente todo lo que explicaba Yoyo en su vídeo me metí en la página oficial de Mint, busqué más opiniones alternativas al respecto y al final me decidí por bajarme la versión Cinnamon. Probablemente, (y ahora que se un poquito más del tema), hubiera sido más acertado elegir la Xfce para mi ordenador, ya que va un poco justo de recursos, pero a día de hoy ya la he trasteado y configurado lo suficiente para poder hacerla funcionar sin demasiados problemas.

Y a partir de ahí yonki total de linux, con todos sus bugs y errores, (que tiene unos cuantos), pero feliz y contento, y además gratis. Ya no tengo que ir buscando keys para Windows. Aunque no sea muy correcto decir esto último todos lo hemos hecho. El pasado pasado está. No creo que vaya a la cárcel por reconocer mi delito de hace 500 años. Supongo que habrá prescrito.



Lo primero fue la distro. Luego vinieron las aplicaciones, las configuraciones y todo lo demás, y quiero decir que viendo y escuchando los vídeos y tutoriales de Salmorejo Geek he aprendido muchas cosas, y sobre todo, me ha ayudado a elegir uno u otro software para ciertas situaciones concretas.



En resumen, lo de meterme en linux fue una decisión personal que afronté en su día asumiendo todos los riesgos, cabreos y lágrimas que podría conllevar pero parte de culpa la tiene esta persona de la que os hablo, un tipo muy agradable de escuchar, con profundos conocimientos en la materia, superprofesional, explícito, claro y conciso, cachondo, y sobre todo, un apasionado total en lo que hace.



Espero que siga en su línea a pesar de las críticas de cuatro cenutrios aburridos que no pueden entender que alguien puede amar y disfrutar de un universo no creado para las masas, (de momento).

Eso ya lo dictará el paso del tiempo.



Si queréis saber más sobre Salmorejo Geek podéis hacerlo desde las distintas plataformas donde aloja su trabajo.



A continuación os dejo los links.

Saludos.















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